"Proclamamos bien alto el derecho sagrado a la insurrección." Discurso de Gerardo Ordóñez en la Asamblea Universitaria

“El 15 de junio de 1918, hace 90 años, el país se conmovía. Los estudiantes se declararon en huelga general y tomaron por asalto la antigua -y oscurantista- Universidad de Córdoba. El movimiento estudiantil reclamó un giro radical: autonomía académica, cogobierno de estudiantes, profesores y graduados; extensión de la universidad a otros sectores sociales, y libertad de cátedra.

“Las universidades han sido hasta aquí el refugio secular de los mediocres, la renta de los ignorantes, la hospitalización segura de los inválidos y - lo que es peor aún el lugar en donde todas las formas de tiranizar y de insensibilizar hallaron la cátedra que las dictara”

Hace 90 años estas palabras sonaban con fuerza. Hoy, lamentablemente, a pesar de los discursos encendidos de muchos funcionarios, conservan esa misma fortaleza. Asistimos al lamentable espectáculo de una universidad donde los debates y las propuestas se han reducido a aceptar los dictados del mercado y a consagrar la mediocridad existente.

Después de que cientos de estudiantes de todo el país pusimos sobre el tapete la necesidad de democratizar la Universidad; después de la desaparición de Jorge Julio López hayamos sido los estudiantes quienes salimos a luchar para impedir que los cómplices de la ultima dictadura militar como Alterini o Soria sean quienes decidan los destinos de nuestras universidades; después de ver como en Derecho tenemos dos compañeros, sumariados por ser opositores; después de ver como en Arquitectura, Medicina y Periodismo los decanos se eligieron de manera completamente fraudulenta; después de ver como el actual presidente de la UNLP, destino mas de 100 mil pesos de nuestro ya acotado presupuesto para garantizar un operativo policial a mas de 300 km de la Plata para poder reelegirse; después de ver como en facultades como medicina se dejan cientos de estudiantes afuera con los ingresos eliminatorios.

Sabemos que estamos tocando los intereses económicos y políticos de los que hoy gobiernan la Universidad en total sintonía con quienes hoy gobiernan el país y la provincia: los empresarios “nacionales” o extranjeros y sus políticos de turno.

Los que ahora desde el Rectorado posan de “progresistas”, nos dicen a los estudiantes que si no aceptamos este paquete cerrado de una mentirosa democratización, estamos defendiendo los estatutos de su otrora socio el ex Rector Lima. Sinceramente, vuestra acusación nos daría risa, sino fuera porque fuimos los estudiantes quienes tuvimos 250 compañeros presos, sino fuera que fuimos los estudiantes, junto a los docentes y no docentes que nos acompañaron a impedir esa reaccionaria asamblea los que fuimos reprimidos por la Policia de Clostzic y Duhalde. ¿Dónde estaban en 1996 todas esas voces que hoy se escuchan denunciando la Asamblea de Lima? ¿Cuántos asambleístas acá presentes, sesionaron adecuando los estatutos a la Ley de Educación Superior, mientras nosotros defendíamos la educación pública y gratuita?.

En esta asamblea hay quienes sostienen que los hijos de un zapatero, los hijos de la clase obrera no pueden llegar a ser médicos. En esta asamblea hay quienes defienden que los trabajadores No Docentes, que son lo que con su esfuerzo sostienen abiertas esta Universidad, no deben ser parte del cogobierno. En esta asamblea están quienes quieren institucionalizar los negociados que vienen haciendo las Facultades con las empresas capitalistas, los que pretenden expulsar al claustro estudiantil de las elecciones de Decanos.

Pero también están quienes se van a golpear el pecho, haciendo discursos encendidos acerca de la necesidad de “democratizar”, de incorporar a los No Docentes, de reclamar por mas presupuesto, y de decir que hace falta terminar con la Ley de educación menemista. Y van a decir que nadie que haya sido funcionario de la Dictadura, puede ocupar puestos en la Universidad.

Lo que no van a decir es que todos coinciden en lo esencial. Porque todos han impulsado los postgrados pagos en la universidad sin ningún tipo de contemplaciones. Todos han avalado las políticas de autofinanciamiento, Todos defienden, de una forma u otra la implementación de cupos de ingreso u otras medidas limitacionistas. Y todos han modificado los planes de estudio de las facultades o están en vistas de hacerlo para cumplir con las exigencias que implica la acreditación a la CONEAU.

A todos los asambleistas que tienen preparados discursos encendidos democratizantes les decimos: no queremos sus palabras. Queremos que se cambie el orden del dia, el mecanismo de funcionamiento de esta asamblea, que retiren sus proyectos reaccionarios y que se anule la reaccionaria reforma del año 1996, la que implemento Lima con balas y represión. Pero esta claro para nosotros, que no es este el objetivo que hoy los congrega en esta asamblea.

Las autoridades han buscado demonizarnos, nos han querido mostrar como “antidemocráticos” por rechazar esta asamblea. ¿Pero acaso esta instancia es democrática? ¿Es democrático que 204 personas se arroguen el derecho de decidir en nombre de más de 100 mil? ¿Es democrático que en esta asamblea tengan mayoría los docentes concursados, que no constituyen ni el 5% del conjunto de la comunidad universitaria? ¿Quiénes limitan abiertamente los derechos políticos de más del 50 % de los docentes de esta universidad se atreven a decirnos antidemocráticos?

Parece ser que han olvidado aquellas palabras que decían que el demos universitario, la soberanía, el derecho a darse el gobierno propio radica principalmente en los estudiantes.

Si así es, si ustedes han restaurado “el derecho divino del profesorado universitario”, nosotros, así como los reformistas del 18’ “proclamamos bien alto el derecho sagrado a la insurrección”

Y ese es el camino que seguiremos. Como lo hemos hecho hasta hoy, como lo demuestran históricamente las grandes acciones del movimiento estudiantil, como la misma Reforma o el Cordobazo. Porque sabemos que los grandes cambios no son el subproducto de la generosidad de algunos “grandes hombres o mujeres” sino de la acción colectiva de los trabajadores, de la juventud y del pueblo.

Consejeros y Consejeras estudiantiles, compañeros graduados, abran los ojos, no se dejen arrastrar por estas camarillas, no dejen que la Franja Morada les imponga sus designios, bajo la absurda teoría del “mal menor”. Podemos transformar esta universidad, podemos terminar con su aislamiento del pueblo, pero no lo vamos a hacer de la mano de estas autoridades. Les proponemos abandonar este recinto. No tiren por la borda las expectativas de quiénes les han entregado su voto.

Por repudiar esta instancia, se nos ha acusado de “minorías violentas”. La verdadera minoría son ustedes, con sus concursos maniatados, con sus estatutos, con su mayoría absoluta en los consejos. Ustedes han consagrado un régimen antidemocrático no sólo en función de sus intereses, sino en función de hacer de esta universidad un verdadero paraíso para las empresas. Por eso no han dudado en readecuar los planes de estudio en función de las necesidades del mercado, por eso no les ha temblado el pulso a la hora de firmar convenios con MAFISSA y con otras empresas para entregarles mano de obra barata. Seguramente todos los asambleístas acá presentes, están mínimamente informados que los jóvenes obreros de Mafissa han llevado adelante una durísima lucha enfrentando los despidos, y que han sido derrotados por la gran alianza de la patronal, la burocracia sindical, la justicia y el gobierno, a pesar de la enorme solidaridad que brindamos los estudiantes y las organizaciones de trabajadores solidarias. Pero, ¿saben los asambleístas que la UNLP, a través de la Facultad de Humanidades, ha hecho un convenio con estos empresarios para que la universidad, y cito textualmente el objetivo: “realizar tareas de coordinación e implementación de varios proyectos de comunicación interna”?. Este es el rol de la universidad que esta Asamblea pretende profundizar: el de ayudar a las patronales en la dominación de los obreros. Nuestro objetivo es el opuesto. Estamos con los obreros de Mafissa, y queremos aportar nuestros conocimientos en ayudar a liberar a los trabajadores de toda opresión y explotación.

Nosotros, los estudiantes no solo somos la inmensa mayoría de la Universidad sino que históricamente, hemos sido el sector más sensible a las luchas sociales y de trabajadores, estando a la cabeza de pelear por reivindicaciones no inmediatamente propias, tomando en nuestras manos el justo reclamo de los trabajadores no docentes de tener voz y voto en todos los órganos de gobierno, reclamo del que hoy ustedes quieren apropiarse, incorporándolos limitadamente para legitimar esta antidemocrática asamblea. Hemos sido el sector que ha enfrentado, los recortes presupuestarios y salariales, siendo un actor fundamental en la lucha por la defensa de la Universidad Pública y gratuita. Por esto creemos que el movimiento estudiantil, debe tener representación mayoritaria en los órganos de co-gobierno.

La mayoría estudiantil plantea un cuestionamiento hacia el criterio meritocrático por el cual las camarillas sentadas hoy acá legitiman su mayoría en los ámbitos de gobierno, cuya superioridad se basa en el binomio saber-poder. Esto se traduce en aducir mayores derechos políticos a quienes detentan el saber, en este caso los profesores. Pero lo que se esconde detrás de esto no es la defensa de una supuesta “excelencia académica” sino de los privilegios de una camarilla que concentra el poder y los negocios de una Universidad ligada cada vez más a la Repsol y las grandes empresas, que degrada cada vez más el título de grado para fomentar los posgrados arancelados, que apoya la Ley de Financiamiento Educativo de Kirchner para “negociar” luego el financiamiento de empresas privadas.

Por eso nuestra rebeldía es profunda, no superficial. Quiénes somos la mayoría en la universidad exigimos el derecho de tomar los destinos de estas casas en nuestra manos. Lo exigimos porque queremos transformarla radicalmente. Esta es la razón por la que estamos aquí, para señalar que una verdadera transformación y democratización de la universidad sólo será posible mediante la imposición de la mayoría estudiantil en esta asamblea y en todos los órganos de gobierno de la universidad.

Queremos “acuerdos” y “contratos”, pero no con las mesas ejecutivas de las grandes empresas, sino con las organizaciones de trabajadores y sobre todo aquellos que luchan contra la injusticia y la explotación. Ahí está el ejemplo de los estudiantes y profesionales de la universidad del Comahue, que hicieron un “pacto” con los obreros de Zanón, esos obreros que al decir de Osvaldo Bayer están protagonizando una verdadera “epopeya obrera” en el sur de nuestro país.

Pasos inmediatos de esa “Universidad nueva” serían, por ejemplo médicos capaces de desarrollar una política de salud verdaderamente preventiva, que parta de eliminar enfermedades que ya tienen cura y que se hallan fuertemente ligadas a la pobreza, como el raquitismo, la desnutrición, la parasitosis, o el cólera, e incluso llegar hasta la elaboración de nuevas drogas que den respuestas de fondo al flagelo del SIDA.También arquitectos que puedan construir viviendas, escuelas y hospitales de alta calidad y confort para los 2.6 millones de hogares que tienen problemas de vivienda.

En el campo de las ciencias sociales y humanidades bien le vendría a los trabajadores y al pueblo la generación de conocimiento crítico que combata la avalancha de ideología dominante, en vez de llamarse al silencio. Cuánto necesitan los trabajadores en la actualidad de abogados que complementen las luchas por defender a los nuevos activistas y luchadores obreros, con herramientas legales frente a los ataques de las patronales y la justicia. Que se sumen a la lucha contra la impunidad.

Todas las tareas que acabo de enumerar, superfluas desde el punto de vista de las grandes empresas, ¡qué necesarias son desde el punto de vista de las necesidades del pueblo trabajador y sus luchas! Sólo las 5 ó 6 enumeradas justificarían de por sí la Universidad masiva que ustedes rechazan.

Pero todas estas discusiones no pueden ser abordadas aquí. Es la naturaleza de esta instancia la que lo impide, son ustedes quiénes se niegan a pensar más allá de sus privilegios y prebendas.

Por eso es que hemos apostado siempre y lo seguiremos haciendo a la organización y movilización de los estudiantes, docentes y no docentes. Sólo así podremos poner en pie una Asamblea universitaria estatuyente, con mayoría estudiantil, con la participación política de todos los docentes, con una justa representación para los no docentes con voz y votos en todos los órganos de gobierno, y no una parodia de representación, restringiendo su acceso al Consejo Superior y la Asamblea universitaria. Sólo allí, las organizaciones los trabajadores y el pueblo pobre, podrán tener una injerencia real en los destinos de la universidad.

Este sería un enorme paso para terminar con esta universidad “de clase”, que le niega el acceso a los hijos de los trabajadores y el pueblo pobre, y es junto a los trabajadores que apostamos a trasformar la universidad. Y las luchas obreras que recorrieron el país en estos últimos tiempos demostraron que esa clase que tantas veces “mataron” muchos escribas, ideólogos y profesores serviles, hoy está dando muestras de su potencialidad. Por eso somos optimistas de que con la lucha de la clase obrera muchas cosas van a cambiar, incluso esta universidad, sobre todo ante la nueva crisis financiera surgida en el centro del imperio, que intentarán descargar sobre las espaldas de los trabajadores y el pueblo pobre.

Hace unos días se cumplieron los dos años de la desaparición del compañero jorge Julio López. Pero este tema tampoco es parte de vuestra agenda. Vuestro tema son los cargos, los votos, las secretarías, las nuevas vice presidencias. Una vez más demuestran que los problemas sociales le son ajenos.

Esta es otra de las razones por la que estamos aquí, para seguir exigiendo la aparición con vida de Jorge Julio López, denunciar el encubrimiento y silencio del gobierno de los Kirchner, reclamar el juicio y castigo a todos los responsables militares y civiles de la dictadura y la disolución del aparato represivo.

Los estudiantes de Bellas Artes, reunidos en Asamblea general, hemos resuelto que nuestros representantes estudiantiles nada tienen que hacer en esta asamblea antidemocrática. Nuestro lugar esta en la lucha por una profunda democratización de la universidad, con mayoría estudiantil, claustro único docente y voz y voto a los no docentes, en la lucha por mayor presupuesto educativo, por la anulación de la Ley de Educación Superior, y en todas y cada una de las luchas de los estudiantes, los obreros, los desocupados, las mujeres y cada acción del conjunto de los trabajadores y el pueblo que apunte a liberarse de las cadenas de la explotación que nos impone este sistema.

Nuestro objetivo es avanzar de la crítica de esta universidad de clases, a la crítica de esta sociedad de clases. El futuro es de quienes luchamos bajo estas perspectivas, el futuro es nuestro"

NOTA

Gerardo Ordóñez es Consejero Académico por el Claustro Estudiantil de la Facultad de Bellas Artes y militante de ContraImagen - EnClaveRoja